Nace la Cámara
El nuevo panorama que comienza a vivirse en el sector inmobiliario como resultado de la Ley 13.512 y su consecuencia en el ámbito de la administración, hace necesario que quienes se desempeñaban en el ramo trataran de aunarse en defensa de los intereses de sus representados.
El nacimiento de la Cámara es anunciado en los diarios.
Este es el inicio de la Cámara Argentina de la Propiedad Horizontal, fundada mayoritariamente por agentes inmobiliarios. Si bien los pioneros de la entidad nunca ocultaron su objetivo de crear una organización que defienda sus intereses, también estuvieron impulsados por un espíritu de docencia enfocado hacia esa nueva forma de vida o convivencia que era el consorcio.
Primera sede de la Cámara, en Lavalle 465.
La asamblea constitutiva de lo que en un principio se llamó Cámara Argentina de la Propiedad Horizontal se llevó a cabo el 20 de diciembre de 1951, pero fue el 9 de enero de 1952, en las oficinas de Suffer Moine y Cademartori, en Florida 621 de Capital Federal, donde se oficializó la primera reunión del Consejo Directivo, de la que participaron representantes de 24 empresas.
Las conferencias sobre actualización de temas de propiedad horizontal desde sus inicios son un clásico en la Cámara.
De ahí en más, la Cámara comenzó a funcionar provisoriamente en Sarmiento 1236 piso 4º, oficina 406, hasta tanto pudiera alquilar sus propias oficinas.
En la década del 60 la Cámara ya tenía una de las más destacadas y completas bibliotecas de jurisprudencia del país relacionadas con el sector.
El sentido de pertenencia comenzó a cobrar fuerza, a tal punto que desde los primeros meses de vida de la entidad sus integrantes decidieron que todas las firmas asociadas coloquen en sus letreros y en sus avisos publicitarios la leyenda “De la Cámara Argentina de la Propiedad Horizontal”.
Entrega de diplomas durante uno de los cursos de capacitación para administradores.
Pocos meses más tarde ya alquila oficinas en la calle Lavalle 465, con una superficie de 140 metros cuadrados.
La entidad ya está en marcha. A seis meses de su creación, en julio de 1952, los registros ya contabilizan más de 30 socios activos.
Para difundir sus actividades, y cuando apenas tiene un año de vida, se decide editar un boletín impreso de dos hojas en el histórico sistema “rotaprint”. Este fue el primer paso de lo que más adelante se transformaría en una revista institucional, que en sus mejores momentos llegó a imprimir 5.000 ejemplares por edición.
Segunda sede de la Cámara, en Perú 590, piso 11.
Poco a poco la Cámara se va consolidando en el medio como un referente del sector inmobiliario. Su crecimiento se manifiesta en la suma de socios, que en julio de 1953 ya alcanza los 70 socios activos.
Firma del boleto de compraventa de la actual sede, en Perú 570.
El administrador en escena
Los memoriosos recuerdan que hasta la entrada en vigencia de la Ley 13.512 los edificios tenían un administrador que generalmente era la misma persona que manejaba todos los bienes de la familia propietaria del inmueble. Y en verdad, administrar aquellos edificios era relativamente fácil. El inquilino prácticamente pagaba un alquiler neto por todo concepto y nada más. Los edificios tenían pocos pisos, no había ascensores ni calderas, tampoco había gas natural, tanto la cuenta de luz como la de agua eran una sola para todo el edificio, con un solo medidor, las leyes sociales prácticamente no existían, no había vigiladores ni sindicatos. Los administradores no tenían ni un cuarto de las obligaciones que tienen en la actualidad.
Velitas para el aniversario de los 40 años de la Cámara.
Pero la situación cambia radicalmente con la sanción de la Ley 13.512, que permite que un edificio que era propiedad de un solo dueño pudiera venderse por pisos y pasar a tener tantos dueños como cantidad de unidades. Ahora sí era necesario hacer liquidaciones de gastos prorrateadas entre los diferentes dueños de un mismo edificio. Y fueron aquellos administradores de las viejas familias patricias los que se transformaron en los primeros administradores “profesionales” de la propiedad horizontal, que además estaban involucrados en el negocio de alquileres, porque ya lo venía haciendo para la familia con las que trabajaba. En el fondo eran administradores y agentes inmobiliarios.
Reunión con las cámaras del interior del país para unificar criterios en defensa de los intereses de la actividad.
El primer Consejo Directivo
Fueron elegidos directores titulares del primer Consejo Directivo los representantes de las siguientes empresas: Alford SRL; Guibert y Cía; Mateo Hartz; Lanusse y Cía., Administración de Propiedades; Armando Marolda; Guillermo Peña y Hno.; Peña y Robirosa; Propulsor S.A.; Rex Inmobiliaria; Mazar Barnett y Giralt, y Suffer Moine y Cademartori.
Los directores suplentes pertenecían a las firmas Dujovne y Faigon; Gumar S.A.; Inmobiliaria Mercau Hnos.; “Lar” Hogar Propio y Vila Alquila.
Mientras que el Tribunal de Cuentas quedó conformado por hombres de las compañías Comi y Pini; J. Boracchia; Ernesto Dieckmann y Cía. y Palma Quintana.
Gerente de la Cámara, Dr. Raúl Nicholson.
Julio de 2010 constituye un nuevo hito en la comunicación de la Cámara, porque ese mes se edita la edición Nº 300 de la revista Propiedad Horizontal.
Los objetivos
Quienes crearon la Cámara Argentina de la Propiedad Horizontal tenían las ideas claras y los objetivos bien definidos.
En el acta del 22 de abril de 1952, en oportunidad de redactar un comunicado de prensa para difundir el nacimiento de la entidad, se puede leer: “Trascendiendo la esfera estrictamente societaria, esta Cámara tiene como objetivo prestigiar el sistema de la propiedad horizontal, velando por el cabal cumplimiento de las normas éticas por parte de quienes actúan en este nuevo régimen inmobiliario”.
Las elecciones siempre fueron el camino institucional elegido en la institución para renovar sus autoridades.
“La Ley 13.512, con cuya sanción diera el superior Gobierno de la Nación un vigoroso impulso a la edificación privada en nuestro país, tendrá en la Cámara Argentina de la Propiedad Horizontal, un calificado instrumento de divulgación teórica y de perfeccionamiento en su aplicación práctica”.
“La Cámara Argentina de la Propiedad Horizontal abre sus puertas a todos cuantos deseen y puedan contribuir a la feliz realización de estos propósitos”.
Durante varios años la Cámara mantuvo en el aire su propio programa de radio de frecuencia semanal: Hablando con Propiedad.
Los presidentes
En los primeros tiempos, los cargos directivos rotaron entre los fundadores, hasta que después de una década se nombró primer presidente de la Cámara a Roberto H. Lanusse.La historia rescata los siguientes hombres al frente de la institución: Hernán Giralt (1951 – 1953); Mateo Hartz (1953 – 1955); segundo período de Hernán Giralt (1955 – 1959); Felipe Ocampo (1959 – 1961), Robindo Mercau (1961-1963); Roberto Lanusse (1963 – 1965); segundo período de Robindo Mercau (1965-1982); Enrique Bullrich (1982-1983); Héctor Badino (1983 – 1992); Alejandro Marolda (1992 – 1998); Ricardo Pérez Centeno (h) (1998 – 2000); Néstor Pirosanto (2000 – 2006); Horacio Bielli (2006 – 2009); Daniel Tocco (2009 – 2014); Fernando Staino (2014 – 2015); Daniel Tocco (2015 – 2018); Miguel Angel Summa (2019 hasta la actualidad).
La personería jurídica
El 10 de marzo de 1953 el Poder Ejecutivo Nacional otorgó la personería jurídica a la Cámara, “siendo la única asociación de Capital Federal que agrupa exclusivamente a quienes se dedican a operaciones de propiedad horizontal”.
Antecedentes de la propiedad horizontal
La Ley 13.512, promulgada en octubre de 1948, produjo un quiebre en la historia de la propiedad horizontal en la Argentina.
Por entonces sólo existían los edificios de renta, pertenecientes a familias pudientes. Eran dueños de toda la propiedad y no se podía ser propietario de un departamento. Sí se podían alquilar, pero no vender o comprar como unidad individual.
Esto fue así durante muchos años. Basta tener en cuenta que el Código Civil, redactado en 1869 por Dalmacio Vélez Sarsfield, prohibía expresamente en uno de sus artículos la venta de propiedad horizontal por pisos, “en razón de los futuros inconvenientes que podría acarrear una propiedad compartida sobre ciertos sectores del inmueble, y en función de la necesidad de poblamiento suburbano que necesitaba nuestro territorio”.
Los 60 años de la Cámara se festejan con una reunión de camaradería a la que asisten socios, colegas, colaboradores, amigos y autoridades.
En honor a la verdad, y teniendo en cuenta lo que vino después, incluso en nuestros días, hay que decir que además de un gran abogado Vélez Sarsfield era también un gran visionario.
De modo que para sancionar la Ley 13.512 los legisladores tuvieron que hacer una serie de reformas al Código Civil para rebatir el pensamiento plasmado por Vélez Sarsfield.
Sancionada la norma, empieza a hablarse de un antes y un después en la historia del sector. Ya nada sería igual. Una nueva historia comienza a escribirse.
Ante la nueva situación, como primera medida hubo que reformar el Registro de la Propiedad Inmueble. De modo que lo que antes era el registro de un lote con un inmueble, pasa a ser un lote con diferentes unidades que pertenecen a distintos propietarios. Después fue necesario realizar los planos de subdivisión, y más tarde se trabajó en el reglamento de copropiedad con la descripción del edificio y de sus diferentes unidades.
El furor de las inmobiliarias
Si bien cuando aparece la Ley 13.512 ya había inmobiliarias operando en el mercado, y algunas muy importantes, no es menos cierto que ante la gran oportunidad que se presentaba de comprar, vender o alquilar departamentos, se produce una explosión del negocio inmobiliario. Más aun con el incentivo de los planes del Banco Hipotecario Nacional a través de créditos accesibles a largo plazo para la compra de vivienda.
La Ley 13.512 produjo una verdadera revolución, a tal punto que fue mucho más allá de la administración y del negocio inmobiliario. También los escribanos, con la confección de escrituras, y los agrimensores, en la elaboración de planos, se vieron directamente involucrados en este cambio radical que produjo la nueva ley.